RECOMENDACION REFERENTE A LA VACUNACION FRENTE A LA COVID 19

Las reacciones alérgicas a fármacos son efectos adversos impredecibles que pueden ser originadas por cualquier medicamento.  Las manifestaciones graves son estadísticamente poco frecuentes.

Las reacciones  anafilácticas  producidas por las vacunas en general, tienen una frecuencia muy baja, variable según diversos estudios, aproximadamente un caso por millón de dosis vacunales.

El origen alérgico originado por mecanismo de hipersensibilidad  Ig E dependiente, frecuentemente  imprevisible, puede manifestarse con gravedad y ser potencialmente fatal si no tiene un tratamiento de emergencia, esta respuesta  adversa puede ser desencadenada por cualquier componente de las vacunas  (u otro fármaco), de los dispositivos que la contienen o que se usan para inyectarlas, como por ejemplo el látex que puede encontrarse en los tapones de los viales o en los émbolos de las jeringas.

Se debe considerar el diagnóstico diferencial de eventos ocasionados por otras causas, por ejemplo episodios vaso-vagales con hipotensión (de origen neurocardiogénico). 

Cualquiera de los componentes de las vacunas puede teóricamente ser responsable de una anafilaxia, entre ellos los excipientes y conservantes y, más raramente aún, restos de proteínas procedentes de los procesos de fabricación.

Vacunación contra la Covid 19  y alergias

La Asociación de Alergia, Asma e Inmunología “Buenos Aires” (AAIBA) Argentina destaca que:

No generalizar la contraindicación de la vacunación  a todas las personas que han tenido una reacción grave a un alimento o fármaco.

El polietilenglicol (PEG) y el polisorbato utilizados como excipientes pueden desencadenar reacciones alérgicas. En las vacunas que utilizan como plataforma  ARNm el mismo se encuentra envuelto en nanopartículas lipídicas (LNP) que se sospecha como el origen de hipersensibilidad severa.

En principio las vacunas indicadas frente a la Covid 19  presentan las mismas contraindicaciones  que todas las vacunas en general, entre ellas las personas que presentan antecedentes de reacciones alérgicas sospechosas a alguno de sus componentes.

Las personas que presenten reacciones alérgicas a las vacunas deben consultar a los especialistas  en alergología para confirmar el diagnóstico e identificar de ser posible el componente implicado.

Aquellos  que presenten antecedentes de reacción alérgica a alimentos u otros fármacos, pero no a estas u otras vacunas, no necesitan ningún estudio previo a la vacunación.

Como resultado de las investigaciones reportadas y publicadas en el ámbito científico se debe tener 
en cuenta dentro del contexto actual de emergencia, la provisionalidad de los conocimientos sobre  las reacciones adversas de todo tipo debido a la limitada información disponible hasta el momento.

El posible desarrollo de efectos adversos, debe reforzar la necesidad de una vigilancia exhaustiva que  deben ser evaluados en profundidad y con rapidez frente a la presentación de anafilaxia, teniendo en cuenta la premisa de reconocer y responder.

Teniendo en cuenta el principio de precaución resulta lógica la recomendación de algunas sociedades científicas  que excluyen a todos aquellos con antecedentes alérgicos graves (anafilaxia), sobre todo en una situación de emergencia como la actual que lleva a la  administración  masiva de productos nuevos en los que se  van presentando progresivamente reportes de efectos adversos de diferentes tipos y gravedad.

Presumiblemente al ir disponiendo de mayor información y experiencia, se podrá establecer un protocolo para normatizar cuando se  deberá contraindicar  la vacunación que por el momento tendrá en cuenta los casos de alergia grave conocida a una dosis previa de la misma vacuna o a algún componente de la misma.

En la actualidad con los datos y referencias disponibles, no serían necesarios estudios alergológicos previos a la vacunación, en personas con antecedentes alérgicos originados por elementos distintos a los componentes de las vacunas.


Medidas preventivas recomendadas


Todas las personas que reciban las vacunas contra la  COVID-19 deberían ser controladas en el lugar, y monitoreadas durante 30 minutos después de la aplicación.

La medida preventiva fundamental es reconocer y responder debiendo contarse  con los medicamentos, equipos apropiados, con el conocimiento y entrenamiento para tratar una emergencia, en todos los sitios de vacunación contra la  Covid-19.

“Todas las vacunas conllevan algún riesgo. Pero el beneficio de la vacuna supera el riesgo”

Comisión Directiva AAIBA Argentina